31 May «LA OBRA SANITARISTA»
La obra asistencialista y de planificación en materia sanitaria constituye tal vez uno de los aspectos mejor conocidos de la gestión de gobierno de López Contreras. De hecho, no montaría a un atrevimiento suponer que se trató del capítulo contemplado por el «Programa de Febrero» que terminó ejecutándose más a fondo, y con mayor denuedo, durante el quinquenio 36-41.
Aparte del llamado que se hiciera en pro del “mejoramiento de las condiciones de la población existente”, el capítulo sanitario abarcaría un detalle “moderno” que no costaría para nada verse percibido como una novedad. Nos referimos al hecho de que se trataba no sólo de la primera vez que se propusiera el combate contra las principales enfermedades a través de la existencia de una estructura institucional permanente sino que se les definiera a tales como “enfermedades sociales”, lo cual, al añadirse el adjetivo “social”, ello exigía por fuerza que las condiciones del entorno tuviesen que verse modificadas. Tal cosa explicaría entonces la vinculación que habría de existir entre la política sanitaria puesta en práctica y otras políticas sociales conexas, en la medida en que debía entenderse que resultaba necesario impulsar el saneamiento del entorno, estimular la modificación de hábitos y promover campañas de concientización a través de una acción dirigida por el Estado con el fin de controlar y erradicar tales enfermedades. Esta idea del saneamiento ambiental llevaría, pues, a comprender que si la enteritis, la tuberculosis pulmonar o el paludismo (malaria) constituían las primeras causas de muerte del venezolano, ello sólo era posible de afrontarse desde una perspectiva multisectorial en términos de políticas públicas.
Otro dato que conviene no perder de vista para entender el impulso que cobró el tema sanitario durante esa coyuntura fue lo que se conoció como la “Conferencia de Directores en Salud Pública” que tuvo lugar en Washington, justamente durante el año 36, y de la cual se derivaron una serie de importantes recomendaciones para la contratación de expertos y técnicos en salud. Evidentemente, esa fue una experiencia tomada muy al pie de la letra en lo que al gobierno de López se refiere, especialmente por parte de Arnoldo Gabaldón quien fue la voz venezolana durante dicha conferencia y, como resultado de ello, portador de las propuestas (convertidas luego en logros institucionales) que serían notables durante el quinquenio de López una vez que distintas especialidades de las ciencias médicas se sumarán al combate sanitario.
Si bien varios de los logros de ese quinquenio en la órbita de la salud figuran reiteradamente señalados en la literatura existente, no sobra ni duele insistir en lo que implicó separar al Ministerio de Agricultura del Ministerio de Sanidad y, por tanto, que este último pasara a convertirse en Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. De hecho, el MSAS propiamente dicho será una de las criaturas más tempranamente derivadas del Programa de Febrero; el decreto de su creación data del 25 de febrero, o sea, apenas cuatro días después de la alocución radiofónica que López dirigiera al país anunciando las bases programáticas de su actuación, entre otras órbitas, en el terreno de lo social.
Además, en la parte que estrictamente se refiere a la salud pública, el «Programa de Febrero» habría de comprender la creación de una sección de estudios sobre alimentación nacional, de higiene urbana y rural, de propaganda sanitaria y, desde luego, la conformación de una serie de institutos de beneficencia y de previsión social, incluyendo escuelas de enfermería, de control sanitario del personal obrero y aquellos dirigidos a la protección de menores, así como de la madre y el niño. Algo cabría decir, a modo de cierre de esta breve nota, acerca del elenco de sanitaristas que habría de formarse al impulso de tales políticas o, incluso, de la incorporación a la campaña nacional preventiva por parte de muchos de quienes ya venían de formarse dentro de esa novedosa disciplina de la ciencia médica relativa al
asistencialismo, bien a partir de su formación local como facultativos o bien como egresados de centros de formación universitaria en Europa y los Estados Unidos. Conviene mencionarlos, así sea de forma somera: Enrique Tejera Guevara, José Ignacio Baldó Soulés, Pastor Oropeza Riera, Arnoldo Gabaldón Carrillo, Gustavo Machado Hernández, Guillermo Hernández Zozaya, Nicolás Cárdenas Farías, Espíritu Santo Mendoza, Simón Gómez Malaret, Andrés Gutiérrez Solís, Leopoldo Aguerrevere, Nicolás Cárdenas Farías, Luis Gámez, Pablo Izaguirre, Enrique Márquez Iragorry, M.A. Sánchez Carvajal, Oduardo León Ponte, Rafael Domínguez Sisco, Bernardo Gómez, los hermanos Martín y Rafael Vegas Sánchez y, no por último menos importante: Lya Imber de Coronil, una de las primera mujeres en sumarse a la labor sanitarista, quien nació en Odessa (Rusia) y que fue cofundadora del Consejo Venezolano del Niño en tiempos de López.
Esta entrega documental consiste en un memorando que forma parte del archivo personal de López Contreras y que fuera dirigido al Presidente en julio del año 36 a fin de informarle acerca de la formulación de algunos de los tempranos planes que corrían a cargo del MSAS.
EMG
MEMORÁNDUM
SOBRE LAS MÁS RECIENTES ACTIVIDADES
DEL MINISTERIO DE SANIDAD Y ASISTENCIA SOCIAL
Estados Unidos de Venezuela
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social
Dirección del Gabinete
Caracas, 12 de julio de 1936
————-
- Organización de los concursos para la opción a los cargos de Médicos de Sanidad como primer paso para el establecimiento de la carrera sanitaria.
- Trabajos de saneamiento de Puerto Cabello bajo la inspección del ingeniero sanitario, doctor Magoon, de la Fundación Rockefeller, pedido por el Ministerio, e informe de dicho ingeniero a ese respecto.
- Organización de las Medicaturas de Sanidad de las capitales de estados de acuerdo con la nueva Ley de Presupuesto.
- Organización de los médicos viajeros.
- Aprobación de aspirantes del primer curso de Inspectores de Sanidad.
- Apertura de un nuevo curso de Inspectores de Sanidad.
- Apertura de un curso de Técnicos de Laboratorio.
- Instalación de los Inspectores de Sanidad en la República.
- Organización del Consejo Venezolano del Niño.
- Creación de las Direcciones de Puericultura y de Lucha Anti-Tuberculosa.
- Creación del Dispensario Infantil antituberculoso.
- Envío de dos médicos al Brasil para hacer estudios sobre fiebre amarilla.
- Nueva organización de Leprocomios.
- Creación del Preventarium del Ávila.
- Creación del Puesto de Socorro en la esquina de Santa Teresa.
- Organización del Instituto anticanceroso “Luis Razetti”.
- Envío del doctor Martín Vegas a hacer estudios de Lepra en las islas Filipinas y el Japón.
- Envío de la señorita Berta Guzmán a estudiar la organización administrativa de los Leprocomios de Trinidad y Demerara.
- Adquisición de dos aparatos de Cine Parlante y pedido de películas de divulgación sanitaria para la propaganda educacional de higiene.
- Organización de la Cruzada Sanitaria Médico Social.
- Reorganización del Servicio de Estadística Sanitaria.
- Reorganización de la Inspectoría Nacional de Sanidad.
PROYECTOS YA EN VÍAS DE EJECUCIÓN
- Organización de la Campaña Anti-palúdica de conformidad con la Ley de Defensa contra el Paludismo.
- Creación de la Dirección Especial de Malariología.
- Establecimiento de la Escuela de Expertos Malariólogos.
- Reorganización de la Campaña anti-anquilostomiásica.
- Creación de la Escuela de Enfermeras.
- Envío de un médico y de cuatro ingenieros venezolanos con el Dr. Magoon a Panamá y Costa Rica.
- Envío de médicos para utilizar las becas de la Rockefeller.
- Creación de dispensarios antivenéreos en todas las capitales de estados.
- Creación de Laboratorios en esas mismas capitales.
- Organización de los Hospitales de los Estados.
- Creación de dispensarios de Puericultura y anti-tuberculosos en todos los estados, en las capitales, en forma progresiva, a medida que se vaya formando el personal.